dilluns, 10 de juny del 2013

LA GEOGRAFIA DEL PODER-I


Bastante cerca de Madrid encontramos El Monasterio del Escorial. Cuenta la historia que el rey Felipe II quiso conmemorar la victoria de San Quintín sobre los franceses ocurrida el 10 de agosto de 1557 y en cuyo día se celebraba la festividad de San Lorenzo . Casualmente ese santo fue supuestamente el elegido para llevar el grial a España y El Escorial se dice  fue construido a imagen y semejanza del templo de Salomón, siguiendo las precisas descripciones que la visión del profeta Ezequiel detalla en la Biblia. Al parecer el rey pretendia con la construcción del Escorial cumplir su secreto sueño de estar a la altura del rey Salomon el rey prudente y sabio como de la misma manera su propio  padre Carlos V se le habia comparado con el rey David y a tal fin figuran las gigantescas estatuas de ambos reyes.

Al parecer en su construcción participo la última logia de canteros venidos de la localidad cantabra de Santa Maria de Baseyo, y el cuidado de la obra fue encomendado a la muerte del arquitecto Juan Bautista de Toledo a Juan de Herrera, miembro de un grupo de conocimiento iniciatico, los lulianos, fundado por Raimon Llull, buena prueba de su admiración por el, es que Herrera es el autor del “Tratado del cuerpo cúbico conforme a las opiniones del arte de Raimundo Llull”, donde pone de manifiesto sus conocimientos de matemáticas y geometría, así como de la filosofía de Llull.



Juan de Herrera nigromante y aprendiz de alquimista además de arquitecto, junto a Arias Montano , nombrado bibliotecario y encargado de la recopilación de todo tipo de libros perdidos y prohibidos , artefactos y herramientas alquímicas, llevaron a cabo el acondicionamiento final del gigantesco edificio.

Cerca del monasterio encontramos la conocida como silla de Felipe II un  antiguo centro sagrado de poder donde los habitantes de la zona celebraban sus consejos cerca del sagrado monte Abantos, sagrado para los antiguos celtas del  lugar…

SILLA DE FELIPE II


Es de hecho este un lugar donde las llamadas venas de la tierra o serpiente de la tierra emerge hacia el exterior para posteriormente hundirse de nuevo y seguir su recorrido, es por lo tanto un enclave muy especial.

Del Escorial irradian o se cruzan ocho potentes corrientes energéticas teluricas que se expanden por toda la península y asimismo , muchos afirman que la construcción esta socavada por un complejo laberinto subterraneo de criptas y galerías, muchas  de las cuales son hoy desconocidas. ¿Fantasía, realidad?.



Antes de proseguir e intentar responder a esta cuestión, merece la pena retroceder aun más en el tiempo y entrar en antecedentes recordando la figura del rey Alfonso X el sabio, pues este es el sobrenombre con el que a pasado a la historia. Alfonso X revestido de una leyenda de santidad tuvo probablemente poco de santo y aun de sabio, aunque sin duda si de información, “conocimiento” y afán de poder hablamos, de ello anduviera sobrado.

Es necesario para poder situarse mejor en la época y el personaje, tener en cuenta de quien descendía, y  nada más y nada menos era  nieto del emperador Federico II “Barbarroja”, y de dicho emperador germano hay unas cuantas cosas que decir pues fue un buen conocedor de las doctrinas sufis amen del paganismo germánico  .

El padre de Alfonso X el reconocido como fundador de la escuela de traductores de Toledo fue Fernando III el santo , y Alfonso como nieto de Federico Barbarroja gozo de derechos dinásticos como heredero del Sacro Imperio germánico, cosa por la que por otro  lado se paso batallando la mitad de su vida.

Casado en su tercer matrimonio con la hija de Jaume I rey de la corona de Aragón, estableció de esta manera una alianza con dicha corona probablemente pensando de ese modo tener mas protección frente a la amenaza musulmana, y además asegurar de ese modo el  acuerdo en las tareas de expansión y conquista que ambos reinos acometían en esa época.


No cabe duda de que la ubicación geográfica de Toledo facilito el encuentro de la cultura árabe, judía y cristiana. Gracias a ello Alfonso X supo que el poder de Salomón sobre los demonios se debía al conocimiento del  uso de una figura geométrica conocida como pentaculo de Salomón, que es la figura resultante de unir los vértices de un pentaculo regular. Por supuesto a continuación Alfonso X intento  probablemente ponerse en contacto con las potencias infernales.



Al respecto hay que precisar que el Pentaculo no es un talismán estrictamente hablando, es decir su función primordial no es la defensa contra supuestas agresiones del inframundo, sino que es una figura para invocar y activarlas mediante la formulación del conjuro adecuado...

Bien conocidos son por otra parte los llamados  lapidarios por parte de la supuesta escuela de traductores de Alfonso X, obras en las que se compendia los conocimientos de las cualidades de las piedras relacionándolas con la astrología y sus supuestas virtudes y utilidades.

Según la tradición, gemas y estrellas se emparejan, sintonizan, están en contacto directo, como un transistor de radio a la emisora con la que sintoniza, formando una unidad indisoluble. Éste es el secreto de las propiedades maravillosas de las piedras preciosas. Cada gema tiene su estrella gemela, de su mismo color, de idéntica vibración. El mejor exponente escrito de esta afirmación aparece en el manuscrito escurialense titulado el Lapidario de Alfonso X el Sabio al que se considera uno de los manuscritos primeros de naturaleza científica y representa el puente que une las dos culturas.
Los lapidarios de Alfonso X no se pueden comprender prescindiendo del componente astrológico. Aquí tenemos un ejemplo.



2.12 De la Piedra Coral negro (I 14, 42)



“Del duod́écimo grado del signo de Tauro es la piedra que dicen -Coral negro

Tal nombre tiene en aŕabigo como la otra; y ası es tierna bajo el agua y enduŕecese cuando la sacan al aire como ella; pero el olor es ḿas fuerte que el de la otra. De naturaleza es fria y seca, mas la sequedad de ́esta es mayor que la de la otra. Tiene cumplidamente todas las virtudes del coral bermejo y, ademas, tiene ́esta: que si la beben molida, sirve para las llagas de los intestinos y para el temblor de corazon, y entra en medicinas que se dan para alegrıa. Y cuando la queman y la hacen polvos, sirve mucho para enjugar la ĺagrima que viene a los ojos y, por ello, es buena para meter en los alcoholes”.



No obstante es bastante dudosa la existencia real de una escuela de traducción sistematizada. Por un lado tenemos la aparición muy tardía del nombre de Escuela de traductores de Toledo , en Francia a comienzos del siglo XIX, (Jourdain, Renan), y la aún más tardía introducción de la palabra en España (Menéndez Pelayo, 1881). Por otra parte la propia cronología de los traductores  no coinciden en el tiempo:



Así pues de alguna manera y unido por un invisible hilo el proyecto de poder encarnado en la piel de los monarcas primero de Castilla, y más tarde emperadores de los reinos hispanos parece sucederse en una serie de hitos en el tiempo su interés por lo “oculto” y la aplicación de  esos conocimientos de una manera peculiar.

A titulo de ejemplo para entender mejor lo que se expone, nada mejor que recordar el papel protagonista que tiene la zona donde se hallan ubicados los toros de Guisando.

Dicho lugar había sido uno de los lugares más sagrados de la meseta, ya desde la edad del bronce esa zona  era considerada sagrada por las tribus celtiberas y las estatuas datadas en el siglo II a.c y cuya autoría  la arqueología atribuye al pueblo  Veton que era el nombre de la tribu celta del lugar .

Isabel la católica selló allí el  pacto con su hermano Enrique IV el fin de la guerra civil en Septiembre de 1468, tras la muerte del  infante Alfonso.  La conocida como Concordia de los Toros de Guisando se estableció en tierra gentil, poblada por totems paganos de la época celtibera, un lugar sin duda poderoso a nivel telúrico , un lugar de “poder”, que a la hora de la verdad era donde se ataban las decisiones importantes a las que se les quería dar el amparo de lo sagrado, y no en una catedral cualquiera o un palacio. No es de extrañar pues que tiempo más tarde cuando Felipe II decidió comenzar las obras de El  Escorial,  ordenara al prior del monasterio de Guisando edificado como tantos otros monasterios, iglesias o ermitas en un lugar ya sagrado desde antaño, que se trasladase inmediatamente al pie del monte Abantos, cosa que se hizo con urgencia.



Felipe II poseía un conocimiento privilegiado de lo esotérico lo cual probablemente le venia de su padre Carlos I y por el elemental hecho de que el conocimiento era poder y de este un emperador sabe bastante.

Si en la actualidad los servicios secretos tipo Mossad, CIA, NSA, CESID, MI6 etc..y demás agencias e institutos de investigación cumplen el  papel de poseedores de información privilegiada y del manejo de cuestiones de materia reservada, debemos comprender que en aquellos tiempos los círculos cercanos a los detentadores del  poder eran quienes lo poseían y por ende la máxima cabeza visible el rey o emperador, quien tenia a su servicio las cabezas pensantes más relevantes y los científicos más destacados, tanto en la línea exotérica como la esotérica como eran ocultistas, alquimistas, magos y astrólogos a los que por supuesto convenía presentar como  poco fiables o ajenos al poder para de esa forma facilitar la discreción y el control por parte  del  poder instituido de dichos “expertos”.

Esta practica común en ese tiempo hizo que por ejemplo en Inglaterra el mago, astrólogo y alquimista John Dee estuviera al servicio de la corona inglesa y de la reina Isabel, y a el por cierto según cuentan se le atribuye buena parte del merito del desastre de la armada invencible.



Buen conocedor del simbolismo astrológico Felipe II a menudo vestía de negro, dado que tradicionalmente se dice que ese color es el que corresponde  al planeta Saturno y de esa manera se conseguía el favor de la energía celeste encarnada en ese planeta, o al menos protegerse de sus efectos nocivos. Nacido un 31 de Mayo y nativo de Géminis el dual signo, siempre hizo honor a esa condición, ya que por una parte se erigió en  defensor de la ortodoxia y por otra parte amante de lo heterodoxo,  el rey creía así mediante un acto de magia simpática obtener cierta ventaja.

A partir de esta anécdota es fácil deducir hasta que punto este le daba validez y atención a este tipo de cuestiones, que a ojos profanos y poco atentos puede pasar desapercibidos.



Rodeado de magos, cabalistas y alquimistas un extraño suceso que nos cuenta fray José de Sigüenza , no hace más que apuntalar esta realidad discretamente velada.

Viniendo desde  el sur del Escorial unas nubes lanzaron un rayo  en la primavera de 1577 que fueron a impactar a la torre de poniente del monasterio y donde se encontraba uno de los laboratorios alquímicos financiados por Felipe II. Se cuenta que el fraile relojero fue el primero  en acudir al foco del incendio y este al poco comenzó a transformarse en un monstruo de color pardo plagado de lunares negro  que falleció tras una larga agonía.

Sabemos que la sintomatologia coincide con un envenenamiento masivo por vapores de Mercurio…

Además del rayo en esa torre tuvo lugar una explosión que no se debía a causas metereológicas. Hacia meses, tal vez años, que los alquimistas contratados por el monarca estaban esperando aquella tormenta…, pero el experimento fracaso. El  objetivo era ni mas ni menos  asegurar a la monarquía de los Austrias, el dominio del mundo…



Nos cuenta también Fray Sigüenza en su crónica sobre El Escorial que el monarca llevaba el diseño del monasterio en su “pecho”, porque Dios se lo había comunicado en soledad cuando el rey se retiraba “a aquellas cuevas y ermitas donde sabía que tantos siervos de Dios habían habitado”. Es evidente que Felipe II entraba en contacto con el “mas allá” en lugares especialmente mágicos, lo cual sea dicho de paso era habitualmente interpretado como brujería por la inquisición que tan graciosamente defendía el mismo monarca.



Por otra parte la astrología como ciencia en aquella época merecía la mas alta consideración, y no es de extrañar que fuera harto conocido entre el reducidisimo circulo de astrólogos al servicio del rey el conocimiento del ciclo de las grandes conjunciones de Júpiter-Saturno, los últimos planetas visibles a simple vista y grandes marcadores de eventos en la astrología mundial que tiene que ver con la política, sociedades,  países y acontecimientos de índole general, más allá del ámbito  puramente individual.

Dicho ciclo tiene una duración aproximada de más de 800 años con una media de 200 años por elemento dominante,  por supuesto  la cosmovisión occidental trabaja con cuatro elementos. Se considera que todo ciclo tiene su inicio al principio del zodiaco natural en el signo de Aries, quien consagra el inicio de la primavera y del  principio de la manifestación visible, y hete aquí que en el año 1583 primero en el católico signo de Piscis donde se unían ambos planetas, y un año más tarde ya en Aries,  es decir recién terminado el Escorial daba inicio este gran ciclo cósmico, tan importante en la astrología mundial.

Por supuesto  con todos los ingredientes a punto, era muy tentador aprovechar ese momento para efectuar un gran ritual o invocación propiciatoria que obviamente tenia la finalidad de consagrar la supremacía del imperio español y del imperio de los Austria.


Aprovechar el fuego proveniente del cielo como es un rayo, para tan magna operación mágica en el signo de fuego de Aries  parecía una buena idea. Ya de manera definitiva en 1603 la citada conjunción se daba 20 años más tarde en el signo de Sagitario...

Lo que sucedió en realidad es que a partir de esa fecha el  imperio español empezó una lenta e irreversible agonía…



Para mejor entender el  porque y de que manera los alquimistas al servicio de Felipe II actuaban debemos entender que estos eran cristianos devotos que entendían que dado que Dios había creado tanto el cielo como el infierno, y que su hijo había adoptado  la forma humana para ser sacrificado en la cruz, eso significaba que precisamente el hombre era la criatura más agradable a los ojos de Dios, por lo que por regla de tres no solo los ángeles estaban al servicio del hombre, sino también los demonios. En consecuencia, todo lo que había que hacer era fabricar un laboratorio gigantesco a escala de la magnificencia del  poder terrenal que se quería representar y asentado en la mismísima boca del infierno. Se trataba de construir un gigantesco aparato capaz de someter al mál o al demonio , y a tal fin en el Escorial llegaron a contarse mas de siete mil reliquias acumuladas y distribuidas en sus numerosas estancias y aun en las torres del edificio. Ese lugar según las creencias de la época, era ni más ni menos que lo que hoy es el monasterio del Escorial.

Una filosofía como vemos de un renacentismo cristianizado que volvía a situar al ser humano como medida de todas las cosas  pero a la vez plagado de supersticiones, y que aun hoy en día nos resulta bastante familiar.

La energía suministradora del poder sobre la Materia, en sentido estricto, provenía del Diablo, ya que, a partir de las doctrinas pitagóricas y posteriormente gnosticas bien conocidas por los expertos al servicio del monarca, el mundo material era una creación delegada en Satanas, también llamado el Demiurgo,  o Dios-rival-de-Dios, algo así como el aspecto negativo de la divinidad. Algo similar propugnaba la interpretación cabalista de la época que creía que tanto ángeles como demonios son seres inferiores al hombre, y que por ello este puede dominarlos, siempre y cuando disponga de los talismanes o el protocolo ritualista adecuado...Una filosofía quiero hacer notar, por cierto bastante emparentada en cierto aspecto concreto de la visión dualista, con el maniqueismo cátaro y que les costo a estos en su momento su persecución y posterior exterminio  por parte de la iglesia.



Claro esta que  como emanación de la divinidad, a Satanas no  se le podía invocar con conjuros ingenuos y cuatro velitas, como hacían las brujas en las pequeñas aldeas…



El entrar a fondo en cuestiones de magia operativa y los procedimientos concretos excede la intención de este análisis y es aconsejable  dejarlo para otra ocasión, sin embargo permite hacer reconocible ciertos procedimientos, protocolos y actuaciones similares que se han dado a lo largo de la historia unas veces de forma más conocida y otras no tanto…

El Escorial recibió ese nombre debido a que aquella zona era donde iban a parar las escorias de ciertas explotaciones mineras o de canteras cercanas y permanecía abandonado desde hacia siglos. El escoger esa ubicación para edificar el monasterio no fue casual, como tampoco lo fue la decisión de construir tan magno  proyecto, independientemente de su ubicación se pretendía un enclave de poder, un laboratorio donde pudiera manipularse la llave de dicho  poder, y para ello era necesario un lugar sagrado enclavado en una zona poderosa a nivel geomántico y telúrico, y ese lugar se encuentra a pocos kilómetros de Madrid: Es el monte Abantos, palabra celtibera que significa buitre, el animal sagrado de esas tribus, equivalente al dios Thot egipcio, el Arcángel San Miguel o todo símbolo que nos hable de una comunicación entre el cielo y el  infierno, lo alto y lo bajo, finalmente el encargado de transportar a los muertos al mas allá.



Lo cierto es que el lugar concreto en donde se construiría el monasterio, era una zona a nivel de cosmobiología bastante nefasto, no en vano era conocido como “boca del infierno”, y zona donde se amontonaban los escombros ,sin embargo una actuación precisa utilizando la geometría sagrada, y el descomunal despliegue de peso de sus muros y edificios asentándose sobre la zona en concreto, consiguió transmutar esa energía obviamente negativa para la residencia estable de un ser humano, en un lugar no solo habitable sino en un foco energético de primer orden.






Por supuesto Felipe II creyó haber encontrado el centro de “poder” desde el que controlar y someter a sus enemigos y adversarios tan impertinentes a veces , y la sierra del Guadarrama  cumplía a sus ojos esa premisa. El granito viejo con el que se construyo, tan abundante en la zona  en lugares como “La pedriza” no es una energía fácil de manejar pues es conocido en la zona la leyenda popular de que allí hay mucha gente a la que “se le va la olla”  como me han comentado en ocasiones los habitantes de la zona ,y eso no sucede por casualidad pues la energía del lugar algo tiene que ver...



El siguiente paso para el proyecto Imperial seria tener cerca una corte que se adaptara a tan ambicioso plan, y por supuesto trasladarla a la cercana villa de Madrid cumplía con esos requisitos…Educado  en la más estricta cultura castellana y sus tradiciones políticas, pensó que hacer de estas el referente unificador de culturas  tan diferentes como la catalana-aragonesa , la portuguesa o la de Flandes, en realidad mucho más avanzadas cultural y económicamente que Castilla, era la garantía de fortalecer sus dominios imperiales y de paso no verse obligado a someterse a fueros y parlamentos reacios a  darle patente de corso a un poder absoluto.


A tal  fin emprendió un proceso de usurpación , intolerancia y fagocitación imperialista con un  brutal aumento de la censura, la inquisición y una imposición forzada de la supremacía  de Castilla sobre el resto de los reinos de su Imperio que ocasionaría guerras incesantes y una ofensiva dirigida a “castellanizar” con todo tipo de amaños, que desgraciadamente incluían la eliminación de originales en el caso  de la literatura p.ej ,y la falsificación de todo tipo de documentos de cualquiera que hubiera  hecho algo remarcable o digno de merito en un proceso de censura histórica que desgraciadamente en muchos casos ha llegado hasta nuestros días. 

Felipe   II moriría contemplando los inquietantes cuadros del Bosco de una moral “cristiana”, mas que discutible, concretamente “El jardín de las Delicias”, supuestamente el Bosco un pintor flamenco, aunque es razonable dudar de que realmente fuera de ese territorio dada la manipulación de la censura de la época Imperial iniciada por Felipe II, y que desgraciadamente a tergiversado la autentica historia de la conquista Americana y buena parte de la historia del siglo XVI y XVII.



Dicha maniobra de utilizar un lugar de “poder” no fue exclusiva de dicho monarca, veremos más tarde como Franco o los mismos nazis por citar algunos ejemplos más cercanos en el tiempo y me temo que no los últimos cronologicamente, también intentaron usar la energía del “lugar” para sus propósitos.



La frontera entre el mundo normal y el inframundo tenía una doble función; por una parte queda sellado, y no solo mediante una obra arquitectónica colosal como fue El Escorial, sino gracias bien a determinados conjuros, bien mediante la invocación de conjuros mágicos de invocación demoniaca o bien mediante la invocación de potencias celestes protectoras. En cualquier caso la función del sello es, y consiste en su apertura voluntaria, bajo determinadas condiciones o en momentos adecuados a fin de que el sacerdote, mago u operante pueda solicitar los servicios de los poderes tenebrosos que a la postre eran los que se creían mas a mano y afines a la conocida como boca del infierno.

En este sentido el edificio como recinto sagrado fue consagrado en su momento mediante un ritual que impedía la acción de los influjos maléficos y que estos afectaran a quienes estaban allí, y que aseguraba el fluir y renacimiento de la vida, ...pero eso si , se dejaban algunas puertas hacia el inframundo, cuya existencia solo era conocida por el mago, sacerdote y por supuesto el Emperador.., y claro esta ese era el lugar sagrado por antonomasia; el sancta sanctorum dicho claramente...y que Juan de Herrera se encargo de ubicar con la exactitud del buen geómetra y matemático que era en la capilla Mayor. 





En relación a los elementos sustanciales de estas fuerzas nos dice el añorado Colin Bloy, sanador y radioestesista, lo siguiente “Los dragones son potentes formas de energía telúrica; espirales, son invisibles para los profanos, pero pueden detectarse con el  péndulo. El dragón sólo hace curvas y espirales, nunca rectas; con las rectas se mata al dragón, pero matándolo se aparta esta poderosa energía,  nosotros preferimos dominarla”.

A  buen entendedor pocas palabras bastan.



Son numerosos los lugares donde estas presencias tan vinculadas a las energías de los elementales de la tierra tienen una fuerte expresión, lugares como Notre-Dâme, numerosas edificaciones sagradas desde antaño donde residen desde tiempo inmemorial.

Así pues cerca de Madrid El  Escorial es uno de estos lugares, otro lugar es el valle de los Caídos y cerca de Getafe el  cerro de los Ángeles, y ya que hablamos de Madrid en  la misma capital tenemos enclaves más modestos a nivel energético pero  bien conocidos como la plaza de la Cibeles, el jardín del palacio de Justicia o el templo de Debod.

Sin embargo no termina esta geografía mágica en El Escorial sino que merece la pena citar ahora dos cuevas, una de ella bien conocida.....

CONTINUARA en una 2ª parte

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